martes, 6 de octubre de 2020

Traducción audiovisual, ¿el trabajo soñado?

El mundo de la traducción es más amplio de lo que uno se imaginaría. Los diferentes campos en los que un traductor podría especializarse varían desde lo público hasta lo literario, pasando también por técnico, científico y, por nuestra estrella de la semana, audiovisual.

La traducción audiovisual (TAV) es la traducción relacionada con contenido audiovisual (valga la redundancia): series, películas, publicidades son las más conocidas.

Para empezar: los subtítulos son transcripciones del texto o audio, que aparecen en la pantalla al mismo tiempo que, digamos, algún cartel o el diálogo de los personajes.


Además de contenido audiovisual, ¿qué diferencia a este tipo de traducción de otros?

La respuesta a esa pregunta se puede simplificar en una palabra: restricción.

En las traducciones «normales» (las que no pertenecen al mundo de la TAV), las decisiones que se toman a la hora de traducir están basadas en criterios lingüísticos y culturales. Sin embargo, para las traducciones audiovisuales, además de esos criterios, hay que sumarle otros criterios más externos, que no tienen que ver tanto con el texto en sí. Por ejemplo, el tiempo del subtítulo en pantalla, lo que la persona en la serie/película tarda en hablar, la cantidad de caracteres que se pueden incluir, etc.


Traducción subordinada: ¿qué lo qué?

En casos como estos, en los que los factores externos influyen en gran medida, hay quienes dicen que la TAV es puramente una traducción subordinada«¿Qué es eso?» preguntarán muchos. Bueno, cuando una traducción está muy sometida a estos factores que mencioné más arriba (la voz de los actores, el tiempo, cuánto ocupa el subtítulo en pantalla) se dice que es una traducción subordinada y, como la TAV está muy influenciada por estos factores, es común que se diga que es de este tipo. Sin embargo, esto está mal (30 puntos menos para los que pensaban que esto era verdad). La TAV es el ejemplo más claro de traducción subordinada, pero no es el único caso. Todo tipo de traducción que tenga más factores que solo lo lingüístico, ya sea auditivo, visual, junto o por separado, es considerada traducción subordinada. Por ejemplo, un cartel publicitario (y no es necesariamente audiovisual).

Más a fondo: los subtítulos

Dentro de la traducción audiovisual, existe un mundo muy amplio, aunque usted no lo crea. Una de las categorías es la de subtitulado, y qué lindo sería vivir subtitulando tu serie o película favorita, ¿o no? Temas que conocés, algo más divertido, descontracturado incluso, el sueño del pibe… Sin embargo, como el mundo no es de color rosa, vengo a pincharte el globo. Ahora te voy a contar algunas cositas, detalles, que tenés que tener en cuenta a la hora de subtitular. No son muchas, pero no necesitan serlo para sacarte algún que otro dolor de cabeza.

Como ya dije, la TAV es ejemplo de traducción subordinada y eso implica restricciones, en especial del tipo espacio-temporal. Lo más importante es que los subtítulos tienen que ir al mismo tiempo que la imagen y los diálogos, si nadie está hablando no pueden aparecer subtítulos de un diálogo anterior o de otro que esté por venir. De más está decir (o no) que los subtítulos tienen que ser acorde a lo que se diga en esos diálogos, no podés inventar. Además, tienen que permanecer el tiempo suficiente para que las personas puedan leerlos, pero no pueden ocupar media pantalla y tapar la imagen.



¿Cómo que critican el trabajo ajeno?

Para alguien al que le gusta ambos idiomas poder escuchar el original y ver los subtítulos es lo mejor, ¿o no? Entre aquí el gossiping effect. Cuando el espectador tiene ambos diálogos adelante es inevitable que quiera compararlos y criticarlos, ya que conoce (ponele) el idioma original. La realidad es que el espectador no tiene idea de técnicas de subtitulación o las restricciones que presenta.

No puedo cerrar esta sección sin hacer un mea culpa, porque yo hacía esto. Creía que la tenía clara y en realidad ni la menor idea. Ahora que ya conozco más cómo es todo, no me queda más que sacarme el sombrero ante estos traductores.

Algunos de estos tipos...

Algunos tipos de subtítulos son los siguientes:

Intralingüísticos: son subtítulos que trasladan una lengua del medio oral al escrito, pero siempre dentro del mismo idioma.

Interlingüísticos: son subtítulos que no solo trasladan el mensaje del medio oral al escrito, sino que lo hacen entre dos idiomas diferentes. Este es el tipo más conocido.

Bilingües: son subtítulos que reproducen simultáneamente en la pantalla dos idiomas y suelen darse en países en los que existen dos o más lenguas oficiales. Estos subtítulos tienen un reto aún mayor, ya que al tener que evitar que ocupen media pantalla, los subtítulos deben ser de una línea para cada idioma.

Ahora que sabés un poquito más sobre audiovisual, ¿seguís pensando que es tan fácil como parece?

Bibliografía

Roales Ruiz, A. (2017). Técnicas para la Traducción Audiovisual: subtitulación. Madrid, España: Escolar y Mayo Editores.

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