lunes, 24 de agosto de 2020

La evolución de Internet: ¿cómo llegamos hasta acá?

Antes la información no pasaba entre sistemas diferentes, sino que las computadoras la almacenaban, pero no la compartían. Con el paso del tiempo, se vio la necesidad y los beneficios que traería si esa información, que solo existía en cada computadora, pudiera compartirse. Esto dio lugar a la creación de un sistema de redes.

Aunque al principio ese sistema era de uso militar y científico, después de algunos años, se extendió hasta utilizarse en todo un mismo país. Luego, se buscó que se extendiera aún más y llegaran a conectarse todas las redes del mundo. Así nació la web, siendo su creador Tim Berners-Lee.

Berners-Lee creó un lenguaje de programación llamado HTML, con el cual podía incorporar videos, imágenes y enlaces a los textos. A través de los enlaces, se podía acceder a documentos de cualquier computadora, no solo la propia. Fue un éxito tan grande que luego de algunos años tuvieron que desarrollar nuevas webs debido a la carga que se generó en la primera.

Hoy en día existen tres tipos de webs: web 1.0, web 2.0 y web 3.0.


La web 1.0 consistía en navegadores de solo texto, en la que el usuario no podía interactuar con el contenido, solo acceder a la información. Por esto, se dice que era una web más estática. Aunque con la creación del HTML se volvieron un poco más interactivos, la base seguía siendo la misma: información generada por editores y consumida por usuarios. La mayor participación que tenían los usuarios era a través del libro de visitas, que les permitía hacer comentarios.

Un ejemplo común de la web 1.0 son los sitios web personales (no los blogs, ya que, en base a sus características, dependen más de la web 2.0).

En la web 2.0 se dio un paso más allá, y se le permitió al usuario crear su propia información. Así, los usuarios empezaron a tener una participación más activa. Colaborar en línea, conectarse y compartir contenidos entre usuarios se volvió la base de esta nueva web, convirtiéndola en una versión más ágil y dinámica que su antecesora.

Un claro ejemplo de este tipo de web son las redes sociales y blogs. Los usuarios están constantemente generando información y los sitios se encargan de compartirla. También hay que resaltar las wikis (Wikipedia), los portales de alojamiento de fotos, audio o videos (Youtube) y, para alegría de todos (aunque más para los traductores), los diccionarios bilingües como en páginas como Proz donde las personas colaboran con sus propios trabajos de traducción. En estos casos, se trata de webs colaborativas, ya que intervienen varios usuarios en la página.

Por último, llegamos a la web 3.0. Este tipo de web se basa en encontrar respuestas a las preguntas de los usuarios de forma más rápida. La mayor diferencia que tiene esta web en comparación con las vistas anteriormente es que la web 3.0 está gestionada en su totalidad en la nube y, gracias a eso, se puede ejecutar desde cualquier dispositivo. La nube es una red mundial de servidores, cada uno con una función única. Estos servidores almacenan y administran datos, ejecutan aplicaciones y entregan contenido o servicios. Su característica principal es que se accede a los archivos desde cualquier dispositivo que tenga conexión a internet, en lugar de estar almacenados en una sola computadora.


Esto hace que sea mucho más fácil para los traductores acceder a sus archivos desde cualquier dispositivo en cualquier momento si, digamos, tienen una emergencia, se rompe algo o simplemente quisieron salir a tomar un café y tienen que entregar un trabajo.

Así, la web 3.0 añade contenido semántico, es decir significado, a los documentos que la forman y eso hace que, en base a nuestros perfiles, diferentes máquinas puedan descubrir información para nosotros. 

Un claro ejemplo de esto son las publicidades que nos aparecen después de buscar algo específico. Está diseñado para descubrir tus gustos y así recomendar cosas que te interesen, siendo su mayor objetivo aumentar las ventas.

Sin embargo, algo muy útil a tener en cuenta al adentrarnos en el mundo de la tecnología (casi) desde el inicio es la diferencia entre sitio web y página web.

Un sitio web es un conjunto de páginas web. Es un sitio en la World Wide Web que contiene documentos, textos y gráficos que aparecen como información digital en la pantalla de la computadora. En cambio, una página web es un documento que forma parte de un sitio web y que contiene información específica de un tema en particular.

Ahora que estamos todos en la misma página (pun intended) podemos entender un poco mejor todo.

Bibliografía

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Delgado, Hugo. (2020). Web 1.0 ¿Qué es? - Características del inicio de Internet. Recuperado 23 de agosto, 2020, de https://disenowebakus.net/web-1.php

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Delgado, Hugo. (2012). Web 3.0 - Significado, origen y ventajas. Recuperado 22 de agosto, 2020, de https://disenowebakus.net/la-web-3.php

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